Partió por una necesidad propia, ya que cuando se cambió a un departamento con una terraza larga y angosta, en 2011, no encontró ningún tipo de macetero colgante en el mercado. Actualmente, su emprendimiento es reconocido por sus huertas verticales premium.

Arquitecta de profesión, Judith llevaba bastante tiempo en la búsqueda de fabricar algo que fuera vendible. Mientras trabajaba en una oficina de ingeniería, desarrollando proyectos para distintas industrias, se mudó a un departamento con su marido. Al buscar maceteros para la terraza, larga y angosta, no encontraron ninguna alternativa en el mercado. Amante de la vida al aire libre y de la naturaleza, no se iba a resignar a no tener plantas en su casa, así que decidió hacerlos ella.

“Empecé a ver que afuera sí había maceteros colgantes de distintos tipos y me interesaron los hechos con telas. Partimos con las telas disponibles en Chile, probando distintos modelos y diseños, hasta que dimos con uno que resistía la tierra”, cuenta Judith. Así fue como llegaron a su primer producto: el macetero colgante tipo bolso.

Después empezaron a fabricarlos con telas importadas, de mayor calidad. También, guiándose por lo que los clientes le decían cuando iba a ferias, comenzó a desarrollar sus huertas verticales. “Nos dimos cuenta de que la gente quería tener más especies, ordenadas y en un mueble que fuera decorativo”, agrega Judith.

Todo esto lo desarrolló de manera paralela a su trabajo en la oficina de ingeniería. Aprovechaba sus vacaciones para asistir a las ferias, pero llegó un momento en que entendió que, si no se dedicaba en un 100% a su emprendimiento, esto no iba a funcionar. “No podía hacerle demasiada difusión a mis productos, porque no tenía tiempo para tomar los pedidos. Con mi marido pensábamos que uno de los dos se tenía que hacer cargo de esto y justo se dieron las condiciones para salir bien de mi trabajo, así que me lancé”, comenta.

Eso fue el 2015. Después de eso tomó algunos cursos de emprendimiento y gestión de empresas y siguió asistiendo a ferias y ampliando su gama de productos. Comenzó a importar, por ejemplo, los maceteros de la marca estadounidense Root Pouch. Estos, fabricados con plástico reciclado y fibras naturales, cumplen la misma función que sus maceteros-bolsos al lograr mantener el equilibrio perfecto entre la humedad y el oxígeno en el sustrato de las plantas.

Como consejo para los que quieren tener un huerto urbano en casa, Judith hace una invitación a probar con sus maceteros: “Siempre está el miedo a que las plantas se mueran, pero estos maceteros de verdad ayudan porque, al ser de material geotextil, permiten la oxigenación de las raíces. No necesitan mucho agua, porque conservan muy bien la humedad. Entonces, el único cuidado es regar cuando la tierra está seca y estar atentos a los bichitos que puedan atacar”.

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